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¿La pornografía hace daño a la relación de pareja, o todo lo contrario, ayuda a estimular la vida sexual del varón y la mujer? ¿Cuáles son los efectos de ver pornografía en pareja?La pornografía, en términos generales, es la exposición de material sexual explícito donde se muestran cuerpos casi o totalmente desnudos en prácticas sexuales genitales.
Una forma de salir de los periodos de rutina, cuando la pareja no logra satisfacerse a sí misma es recurrir a materiales erotizados como el softcore y el mediumcore (sexo implícito, donde el final es exteriorizado según la imaginación de ambos, sin llegar a lo grotesco u obsceno) o el hardcore (escenas donde uno de los dos ejerce dominio o poder sobre el otro, aplicando dolor y olvidándose de la parte sensual).
Pese a ello, las ventajas que puede obtenerse viendo porno en pareja es que ayudan a favorecer la expresión del deseo y es un nuevo modo de comunicarse en la intimidad sexual. Este tipo de materiales deben ser vistos como una ayuda didáctica para conocer paso a paso qué hacer con la pareja y así fortalecer el vínculo de amor y convivencia.
Un estudio realizado en la Universidad de Australia Occidental comprobó que los hombres que ven tener sexo mejoran la calidad de su semen, porque tal como afirmaron, cuando ven pornografía sienten que tienen una competencia y por esta razón eyaculan más esperma y de mejor calidad. Otros estudios aseguran que consumir pornografía evita enfermedades y mejora la vida de pareja y la sociabilidad.
Por su parte, un equipo de investigadores australianos advirtió que la pornografía podría considerarse peligrosa cuando en la vida real se trata de imitar a las películas para adultos. Detallaron que hoy en día la pornografía se ha vuelto tan omnipresente en la vida de las personas que muchas de ellas están empezando a modelar su vida sexual real sobre la pornografía. "Ahora los consumidores de porno quieren algo diferente, quieren actos más audaces", señalaron.
“Los hombres en las películas XXX son musculosos, tienen erecciones que duran horas y las mujeres no tienen vello, están bronceadas y mejoradas quirúrgicamente. Estas imágenes se convierten en el ideal sexual de los espectadores e intentan estar a la altura de un guión irreal”, afirmó Renate Klein, autor y profesor emérito sobre estudios de la mujer en la Universidad Deakin en Melbourne.
