Fuente : nutricion.pro


Los expertos aconsejan beber dos litros de agua de forma diaria, sin dejar de mencionar que dicha cantidad se debe incrementar cuando se trata de individuos que realizan actividades físicas frecuentes, que padecen determinadas patologías o que están llevando a cabo una dieta para adelgazar.

Una persona que no está bien hidratada puede padecer problemas renales, intestinales y circulatorios. Cuando no se bebe la cantidad necesaria de este líquido vital por día se ralentiza la digestión, se pueden desarrollar dificultades en el sistema circulatorio y en los riñones. Asimismo, como el agua tiene propiedades importantes para adelgazar y verse bien, no tomar agua puede derivar en obesidad y en un aspecto sin vida (en el cabello, la piel, etcétera).

La migraña puede ser un síntoma de la falta de agua requerida en el cerebro y ojos. La migraña se puede evitar impidiendo la deshidratación del cuerpo. Este tipo particular de deshidratación eventualmente ocasiona una inflamación en la parte posterior del ojo y posiblemente una disminución o pérdida de la visión.

El no beber la cantidad suficiente de agua provoca en nuestro organismo una serie de malestares, indicándonos con ello que el agua que les estamos suministrando no es suficiente. Estos son algunos síntomas provocados por pequeños estados de deshidratación:

  • Dolor de cabeza.
  • Calambres.
  • Fatiga.
  • Cambios de humor.
  • Dolores musculares.

Estos síntomas suelen presentarse en estados de deshidratación crónica, cuando la ingesta de agua es menor de 700 mililitros diarios (menos de 3 vasos de agua al día) por un tiempo prolongado:

  • Dificultades para tragar.
  • Ataques cardiacos e incluso la muerte.
  • Adormecimientos de las extremidades.
  • Delirio.
  • Alteraciones de la vista.