Por: Adriana Boccalon @aboccalon

¿Eres “autista” informático? - | Revista Dominical

Lo que hace pocas décadas surgió como un mecanismo de comunicación virtual para impulsar la economía mundial, es ahora un gigante con puertas abiertas al fascinante mundo de la navegación, chats, foros de discusión, teleconferencias, comunidades globales, juegos on line, servicios de pareja, sexo virtual y redes sociales que acercan al ausente y alejan al presente, a través de encuentros virtuales inmediatos, descomprometidos e inocuos en apariencia. Acá, los cibernautas no siempre muestran rostros propios o refieren vidas reales, pues aunque algunos hacen uso sano del instrumento, otros buscan reconocimiento y aceptación enmascarando frustraciones, vicios e inseguridades.

Más allá de sus indiscutibles bondades, la revolución tecnológica desató un proceso de cambio cultural que afecta la manera de hablar, escribir, reaccionar, pensar y memorizar de los individuos, en un mundo globalizado donde ya hay casi 2 mil millones de personas enganchadas con gadgets cada día más móviles, sofisticados y accesibles. Trabajo y placer, todo parece depender de la conexión. Identidad, estado de ánimo y motivaciones quedan atrapadas en las redes sociales, mientras especialistas en conducta humana estudian un fenómeno que puede ocasionar desde daños físicos hasta severos trastornos mentales.

La era digital llegó sin instructivos de advertencia y sin programas de educación. Las primeras investigaciones comprobaron la relación entre uso de celulares y aumento de índices de morbi/mortalidad por accidentes de tránsito, motivando el primer llamado de alerta y la prohibición generalizada del uso del móvil mientras se maneja un auto. Desde entonces, los estudios indican que las consecuencias por uso irresponsable o abusivo de dispositivos electrónicos no se limitan a dolencias físicas como síndrome de túnel carpiano, lumbalgia, tendinitis, resequedad ocular y mucho más, sino que pueden generar estrés, depresión, fatiga y angustia, así como provocar insomnio adolescente y síndrome de vibración fantasma, también entre tanto más. En paralelo crecen las denuncias por acoso sexual, ´grooming´ y ´cyberbulling´, y la palabra ´sexo´ se posiciona como la primera más solicitada en la red.

Los dispositivos tecnológicos parecen ser ahora el mejor "tatequieto" para distraer a los pequeños con cualquier atractiva aplicación, y es por ello que un reciente comunicado de la Asociación Estadounidense de Pediatras, dirigido especialmente a padres de niños menores de 2 años, advierte sobre el peligro que representa para la salud mental el exceso de virtualidad que resta tiempo de juego físico y limita el aprendizaje.

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