Fuente : nutricion.pro


Uno de los mayores temores de quien piensa en dejar el tabaco es engordar. Temor basado en estadísticas que confirman el hecho; 57% de las mujeres que dejaran el tabaco engordan, en media, 4 kilos al largo de un año. Un 12% llega a engordar más de 10 kilos.

Diferente de lo que mucha gente piensa, no es solo la ansiedad  la gran responsable por el aumento de peso, hay otros factores que pueden influenciar bastante; el cambio de tu metabolismo, la mejora del paladar y del olfato  y por último la necesidad de ocupar la boca con algo.

La nicotina acelera el metabolismo, así que al dejar el tabaco, si sigues consumiendo la misma cantidad de calorías de antes, engordarás.

Dejar el tabaco mejora el sabor y olor de los alimentos convirtiendo en aun más apetecibles.
La necesidad de ocupar la boca con el cigarro es peor que la ansiedad; te empuja automáticamente a buscar un placer similar y atracar la nevera.


Marca el día exacto que dejarás de fumar, en las dos próximas semanas, por ejemplo. En el dia anterior, fuma tu ultimo cigarro y tira a la basura los paquetes de tabaco, mecheros y ceniceros que tienes.

Quita de tu dispensa y nevera todos los dulces, postres, bizcochos, galletas, chocolates, bolsas de patatas y chucherías para evitar un ataque de ansiedad lleno de calorías. Prefiera frutas, alimentos sanos y con fibras.

Organiza tu nevera para que tengas siempre a mano alimentos sanos; corta trocitos defrutascomo pera,manzanay hortalizas como zanahoria, pepino, tomate y guárdalos en pequeños botes. Cuando tengas ganas depicaralgo, dispondrás de comida sana lista para comer.

Cuida tu dieta, los fumantes no tienen horario para comer ya que el cigarro quita el hambre. Procura comer a cada 4 horas y respecta los horarios. Coma proteínas como huevo, pescado, carnes. Reduzca el consumo de grasas y evita el café.

Haga ejercicios físicos, por peor que te pueda parecer la idea. Además de controlar el peso te quitará de la cabeza el cigarrillo durante algún tiempo. Si no eres capaz de practicar ejercicios, apúntate a un curso de idiomas o a alguna actividad que te apetezca.

Cuando tengas aquellas ganas incontrolables de fumar, respira y aguanta 5 minutos. Salga a tomar un aire, lávate los dientes, chupa hielo, haga sudoku, métete en Facebook o llama una amiga. Todo es válido para que no enciendas el mechero.