Fuente:depsicologia.com
A veces no somos conscientes de lo sencillo que es potenciar nuestro bienestar físico y mental, por lo mismo, tampoco somos conscientes de las consecuencias tan directas que puede ocasionarnos algo tan fácil de solucionar como una incorrecta hidratación.
Hemos llegado a un punto en el que damos las cosas por hecho, como consideramos que todo marcha de la manera correcta no nos planteamos cómo podemos mejorar, crecer y desarrollarnos tanto emocionalmente como físicamente de una forma más saludable y, no sólo eso, de una forma óptima.

IX Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria
El pasado mes se celebró el IX Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria en el cual se habló sobre la hidratación, sus beneficios y las consecuencias de una inadecuada ingesta.

En el caso de las personas mayores se ha comprobado que el hecho de no comer ni beber adecuadamente y su vez, la disminución de la actividad física que antes realizaban supone un grave deterioro tanto físico como psíquico que puede terminar en una pronta mortalidad.

¿Cómo afecta la deshidratación en la salud mental?
Como comentábamos al principio del artículo, el hecho de que una persona se encuentra deshidratada supone que su rendimiento psíquico disminuye considerablemente.

Los datos son claros, una persona que tiene  una deshidratación leve de sólo un 2%, sus habilidades cognitivas se ven afectadas de inmediato como: la atención, la coordinación viso-motora y la memoria a corto plazo.

A más nivel de deshidratación encontramos que que la capacidad de alerta y de concentración disminuye gradualmente aumentando la sensación de cansancio, la fatiga y la somnolencia.

Y no sólo esto, también podrían estimularse hormonas que sólo generarían en la persona estrés y estados emocionales negativos.

En palabras de la Prof. Dra. Ana Adan “Los cambios en la cantidad de electrolitos en el cuerpo producidos por la deshidratación pueden alterar la actividad cerebral y otros sistemas que intervienen en el proceso cognitivo. Además, en un estado en el que no se tiene una óptima hidratación, la pérdida de líquidos conduce a la producción de hormonas de estrés, factor subyacente de los efectos negativos en la percepción, habilidad espacial y memoria”.