Cómo prepararse para dejar de fumar

Fuente : blogdefarmacia.com

Fase de contemplación:
  • Baje la guardia y déjese convencer de la necesidad de dejar de fumar, incluyendo los riesgos para fumadores pasivos, sobre todo en la familia si hay niños pequeños.
  • Recopile información sobre las consecuencias de la adicción a la nicotina y haga una lista de beneficios concretos que puede obtener. Léala por la mañana y por la noche.
  • No dude nunca de que es posible conseguirlo. Conviene saber que el número de no fumadores supera al de fumadores en la población general.
  • Acumule en una carpeta todo tipo de información sobre ayudas y métodos sin despreciar nada. Es posible que llegue el momento en que necesite recurrir a ello. Solicite al médico o al centro de salud folletos informativos y guías prácticas.
Fase de preparación:
  • Fije una fecha para dejar de fumar.
  • Muchos fumadores retrasan el momento porque piensan que el daño ya está hecho y creen que el esfuerzo no servirá de nada. Es falso, siempre existen grandes beneficios.
  • Confíe en la experiencia de otros: no existe la cantidad inocua de cigarros.
  • Disminuir el consumo puede ser útil como paso previo.
Fase de acción:
  • Cuando llegue la fecha deje de fumar completamente.
  • Adviértaselo a todo el mundo y busque apoyo en la familia, amigos y compañeros de trabajo.
  • El objetivo primordial de los primeros momentos es evitar situaciones que propician la conducta de fumar, el alcohol, los bares, los otros fumadores, etc.
  • Preste atención a los beneficios de la supresión del tabaco que empiece a sentir.
  • Si tiene dificultades acuda a su carpeta de información, revise su lista de beneficios o hable  con el médico para intentar otro procedimiento que le ayude en la abstinencia.
Fase de mantenimiento:
  • Dígase cada día “hoy no voy a fumar” en vez de “nunca volveré a fumar”. El ansia de fumar no se acumula para la eternidad.
  • Busque situaciones alternativas de ocio, tiempo libre, deporte o diversión que faciliten la constancia.
  • Si tiene una recaída considérelo como un pequeño paso en falso y aprenda de ello. No se desaliente, recuerde que está inmerso en un proceso primordial para su salud del que nunca se arrepentirá.