Fuente : nutricion.pro


El estrés  es una patología que sufre una gran parte de la sociedad. En algunos casos, aquellos que la padecen no son conscientes, en otros casos, su presencia se hace evidente. El estrés tiende a afectar al sistema digestivo con mayor fuerza y a su vez, el malestar estomacal, empeora la situación emocional que padece el paciente.

Una de las estrategias para mantener el sistema digestivo en forma es la ingesta de fibra  de forma regular pues ayudan, entre otras cosas, a mantener el movimiento de los intestinos de forma saludable. Esto mejora la frecuencia de la eliminación y facilita el tránsito intestinal de los alimentos que ingerimos.

La fibra se encuentra en numerosos alimentos, en especial, en las verduras, las frutas y los cereales. Los panes integrales, la pasta integral, las galletas integrales, etc, también son una buena fuente de fibra que nos ayudará a mantener nuestro sistema digestivo a prueba de bomabas.

Lo ideal es ingerirlos con frecuencia siendo de gran ayuda durante la mañana. Al contrario de lo que se pueda pensar, la fibra no se digiere. Se mantiene presente en todo el proceso digestivo y por decirlo de alguna forma son el “lubricante” que usa los intestinos para mantenerse en forma y desempeñar correctamente sus funciones. No sólo contribuyen a ayudarnos a paliar los síntomas del estrés sino que además contribuyen a mantener el estado de salud de nuestro organismo.