Fuente; tipsalud.com
Las necesidades nutricionales de los niños cambian a medida que ellos crecen. Hay unos pocos momentos álgidos de crecimiento rápido, como el primer año de vida. Ésta es la etapa de crecimiento más rápida en la infancia debido a que su peso aumenta en un 200%, su altura en un 55%, y la circunferencia de la cabeza en un 40%. La pubertad y la primera etapa de la adolescencia ocupan el segundo lugar; en ellos la tasa de crecimiento también es asombrosa. Por lo que son muy importantes las necesidades nutricionales en estos periodos de crecimiento.
En la primera semana de vida, los recién nacidos están muy ocupados acostumbrándose a su nuevo entorno y pierden un poco de peso. Después de la primera semana, más o menos, vuelven a empezar a crecer. Obviamente, pareciera que los bebés no comen mucho si los comparamos con niños más grandes pero ciertamente comen con más frecuencia y si hacemos la relación peso-comida, en realidad comen mucho más que los niños mayores. Una de las razones por las que las peleas por la comida son tan comunes después de que el niño cumple un año es que la rata de crecimiento del niño empieza a disminuir y los padres tal vez no se dan cuenta de que el niño ahora suele tener menos hambre y quizá no necesita comer tanto.
Sin embargo, hay un límite para esta disminución. Aunque el crecimiento se hace menos acelerado a partir del primer año, los niveles de actividad van en aumento. La energía que consume el niño que deja de gatear para ponerse de pie y empezar a caminar también requiere muchas calorías.
Por lo que no hay ningún padre que no note el otro gran cambio en el consumo de alimentos de su hijo: la entrada en la adolescencia. Las cuentas por gastos en comidas suben, los refrigeradores parecen insuficientes y los niños parecen dispararse de la noche a la mañana.
En la mayoría de los casos, el hambre es mejor guía de las necesidades alimenticias del niño. Claro esta guía puede echarse por la borda si la dieta no es balanceada, pues el niño puede estar consumiendo demasiado de un solo tipo de nutriente (por ejemplo gaseosas y otros dulces o grasas saturadas) y poco de los demás. Estos nutrientes lo llenan pero no le aportan lo que necesita para su crecimiento. Si no está seguro de cuales son sus necesidades nutricionales de su hijo, o tiene el temor de que su crecimiento no sea adecuado, consulte con el pediatra. Éste revisará el peso, la estatura y el tamaño de su cabeza, y si es necesario investigará cuales son las razones por las que el niño no está creciendo suficientemente (quizá lo remita a un nutricionista para que le ayude a identificar los requerimientos alimenticios de un crecimiento saludable).
Los niños necesitan una dieta balanceada con suficientes proteínas (pescado, pollo, frijol y carnes rojas), grasa (aceites vegetales, la grasa de las carnes, productos lácteos, incluso pescado y granos), y carbohidratos (panes integrales, pasta, arroz, algunos vegetales y productos lácteos).
La actual pirámide alimenticia (preparada por el departamento de Agricultura de los Estados Unidos) recomienda las siguientes cantidades de los distintos tipos de alimentos para los niños entre los 2 y 6 años:
Granos (pan, pasta, arroz, etc.): 6 raciones.
Vegetales: 3 raciones.
Fruta: 2 raciones.
Leche: 2 raciones.
Proteína (carnes, huevos, frijoles, etc.): 2 raciones.
Grasas y dulces: moderadamente.
El tamaño de las raciones cambiará según la edad del niño. Una ración normal para un niño de 4 años puede ser media taza de leche, un huevo, o entre una y dos onzas de carne magra, un tercio de taza de arroz o de cereal, media taza de ensalada y medio banano o media manzana.
Los niños también necesitan un balance saludable de vitaminas, minerales, y oligoelementos, y la mejor manera de lograrlo es ofrecerles una variedad amplia. Las necesidades varían a medida que los niños crecen. Cuando son muy pequeños lo normal es que haya cierta carencia de vitamina D y de hierro. Es frecuente que más tarde haya insuficiencia de calcio.
Es muy importante que se pueda consultar con el pediatra para la orientación de la alimentación de los niños, y en algunos casos muchos niños necesitarán tomar suplementos vitamínicos, recordando que el exceso es dañino para la salud.Fuente: tipsalud.com