Pertenece a las leguminosas, la alfalfa es un alimento que se puede consumir tanto sus hojas, como sus brotes y sus semillas. Aunque pareciera que se trata de un alimento que no contribuye en grandes proporciones a la nutrición, la alfalfa es un alimento muy beneficioso para el tratamiento de muchas afecciones.
Sus propiedades diuréticas son utilizadas para personas que sufren cálculos renales, problemas en los riñones o la vejiga. Además estudios han demostrado que posee beneficios para disminuir el colesterol LDL “malo” ya que impide su absorción en el intestino, es mejor si se consume en la semilla. También se ha visto que disminuye las concentraciones de azúcar en sangre debido a su alto contenido de manganeso, lo cual es beneficioso para las personas diabéticas.
Ayuda al tratamiento de la eliminación a dependencia de drogas y alcohol debido a su alcalinidad que presenta propiedades desintoxicantes. Se ha demostrado que disminuye los efectos secundarios del uso de ciertos fármacos que se dosifican cuando se está utilizando quimioterapia, por lo que ayuda a que el sistema inmune no se reprima en extremo.
Su alto contenido de vitamina K es importante cuando se está administrando antibióticos, ya que cuando se utilizan estos tratamientos las reservas de vitamina K disminuyen, por lo que es recomendable consumir alfalfa como refuerzo.
Este es un alimento que puede consumirse en ensaladas, infusiones, sándwiches, etc; por lo que no dudes de incluirlo más seguido a tu dieta. Además en la actualidad se distribuyen suplementos en presentación de pastillas que la contienen.