Es inevitable experimentar enojo ante las diferentes situaciones que se presentan en la vida diaria, por lo que es ideal que aprendas a liberar este sentimiento que te hace tensar los músculos y respirar más rápido.
Puedes seguir los siguientes pasos para sacudírtelo:
- Identifica el problema: reflexiona sobre lo que te hace enojar y por qué.
- Pregúntate: ¿Qué me hace enojar? ¿Qué es lo que siento y por qué?
- Piensa en posibles soluciones antes de actuar: analiza cómo podrías reaccionar, pero sin reaccionar aún.
- Pregúntate: ¿Qué puedo hacer?
- Considera las consecuencias de cada solución. Reflexiona sobre el resultado probable de cada una de las diferentes reacciones que te planteaste.
- Pregúntate: ¿Qué sucederá para cada una de estas opciones?
- Toma una decisión: escoge la opción que probablemente sea la más eficaz.
- Pregúntate: ¿Cuál es mi mejor opción?
- Revisa tu progreso.Después de que hayas actuado y la situación haya finalizado, dedica algo de tiempo a pensar sobre cómo estuvo.
- Pregúntate: ¿Cómo lo hice? ¿Las cosas salieron como lo esperaba? ¿Estoy satisfecho con la elección que hice?
¿Qué hacer?
- Habla con un amigo de confianza.
- Cuenta hasta 10.
- Recibe o da un abrazo.
- Zapatea
- Golpea una almohada
- Haz un dibujo de tu ira
- Juega un videojuego
- Da cinco vueltas por la casa corriendo tan rápido como puedas
- Canta al unísono de la música del estéreo
- Recuerda momentos agradables