Fuente: tipsalud.com
Múltiples son los argumentos que se escuchan acerca de las ventajas y desventajas de utilizar mantequilla o margarina, ambas poseen beneficios, y ambas pueden llegar a presentar problemas en nuestra salud si se consumen en exceso, ya que estamos hablando de grasas.
La diferencia más importante de la mantequilla y la margarina es su origen. La mantequilla proviene de batir la nata de la grasa de la leche animal, la más común la de vaca; mientras que la margarina proviene de la grasa insaturada de aceites de origen vegetal como maíz, soya, oliva y girasol.
La mantequilla presenta por sí sola mayores contenidos nutritivos de vitamina A, D, E, calcio, fósforo, sodio, potasio y magnesio y éstas varían dependiendo de la calidad de leche que se utilice que depende de la alimentación y el estilo de vida de la vaca. Mientras que las margarinas no contienen por sí solas ninguna vitamina, al menos que se les agregue durante el proceso de producción para fortificarla.
El contenido de grasas saturadas es mayor en la mantequilla, más del 50%, mientras que en la margarina es de 26%, además la margarina presenta altos contenidos de ácidos grasos insaturados como el oleico y linoléico, pero durante su proceso de elaboración se hidrogenan convirtiéndose en grasas trans las cuales son perjudiciales al corazón.
Las facilidades de manipulación y almacenaje son mayores en la margarina ya que no necesitan de temperaturas bajas (de refrigeración) para conservarse ya que a temperatura ambiente se siguen manteniendo en estado sólido mientras que la mantequilla es sensible no sólo a la temperatura, sino también a la luz y al aire por lo que se oxida y genera un sabor rancio.
Por lo que tanto la mantequilla como la margarina presentan desventajas por lo que su uso debe ser controlado, es por ello que se sugiere utilizar otros sustitutos de grasas como los aceites que son más saludables y beneficiosos a la salud.