Fuente: tipsalud.com
Cuando un niño no se siente bien, es probable que rechace tanto los líquidos como los alimentos sólidos e incluso podría rechazar o escupir la leche. El primer peligro que se puede presentar es la deshidratación. Por lo que se sugiere recurrir a los líquidos claros con el contenido de azúcares y sales que el niño necesita consumir en caso de vómito.
Cuando el vómito es muy persistente, el Dr. T. Berry Brazelton recomienda lo siguiente: “Ofrecer al niño Ginger ale o preparar un líquido hidratante: 1 cucharada de azúcar y 1/2 cucharadita de sal para 8 onzas de agua. Darle una cucharadita llena cada 5 o 10 minutos inicialmente. Si la retiene, intentar con una cucharada cada 5 minutos en la hora siguiente. Si vuelve a vomitar, se debe de volver a empezar y llamar al médico.”
Si se presenta el caso de una infección respiratoria, como congestión nasal, tos o gripe, se debe de verificar y asegurar de mantener al niño hidratado ofreciéndole muchos líquidos; ahora si es porque la garganta está irritada, se recomienda que se trabaje en estimular al pequeño a beber líquidos, se sentirá muy bien con los líquidos fríos o templados, o también se pueden ofrecer frutas frías con alto contenido de agua como la sandía. Se deben de ofrecer líquidos claros por lo menos a cada hora ya que la leche y los sólidos pueden ser muy pesados por lo que pueden ser rechazados por el niño.
Si el niño presenta señales de deshidratación como pañal seco por mucho tiempo, ojos hundidos, resequedad en la boca y en la lengua, es importante llamar al médico para que sugiera otras alternativas de hidratación.