Una de cada veinte mujeres padece de la conocida menopausia precoz o prematura. Pero, ¿qué es esto? La menopausia prematura implica tener mayores riesgos para sufrir enfermedades, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y osteoporosis. Una cifra que quizás no llame mucho la atención pero que supone un 6% de mujeres que pasan por la menopausia antes de llegar a los 40 años, dejándolas fértiles e indefensas.
Como todo, la menopausia es una parte natural que llega con el envejecimiento de las mujeres, sin embargo, en ocasiones de adelanta por diversas circunstancias como tratamientos contra el cáncer o cirugías de extirpación del útero u ovarios. La edad media en la que las mujeres alcanzar la menopausia ronda los 51 años, encontrando casos que oscilan entre los 45 y 55 años. Es la falta de estrógenos la que afecta negativamente en la salud, perdiendo la protección natural contra enfermedades de diversa índole, véase cardiovasculares u óseas.
Generalmente, el primer síntoma que padece una mujer con menopausia precoz suele ser la irregularidad en la menstruación. Estos síntomas son similares a los de la menopausia normal. Algunos de ellos son:
- Cambios de humor
- Irritabilidad con períodos depresivos
- Dolores de cabeza
- Sofocos y sudores (normalmente nocturnos)
- Cambios en el ciclo menstrual
- Disminución de la libido
- Dificultades para dormir
- Dolores durante las relaciones sexuales
- Inflamación de la vagina y el útero
- Sequedad vaginal
- Problemas urinarios, incontinencia
- Autoestima baja
- Cambios de peso
- Sequedad en los ojos, boca y piel
Como normal general, tras la extirpación de ambos ovarios, es normal que aparezcan los primeros sofocos y sudoraciones en un plazo comprendido entre 2 y 3 días después de la operación. En referencia a los síntomas menopaúsicos descritos con anterioridad, pueden aparecer después de las sesiones de quimioterapia o radioterapia.