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Jugosa, digestiva y rica en nutrientes. Esta fruta, también conocida como “piña”, tiene una pulpa muy aromática y un exquisito sabor dulce. Las piñas pequeñas suelen tener un sabor más delicado que las grandes. Su contenido de agua es alto (86%). Se destaca su aporte de carbohidratos y de bromelina, una enzima que ayuda a la digestión de las proteínas.Es una herramienta para acelerar los procesos digestivos y mejorar la asimilación de los nutrientes, por lo que resulta un postre ideal para ayudar a la digestión o como ingrediente en ensaladas agridulces. A pesar de su sabor dulce, su valor calórico es moderado. Una rodaja de ananá (100 g, una porción) aporta alrededor de 50 calorías. El ananá enlatado aporta más, debido al almíbar. Entre otros de sus nutrientes, se destaca el potasio, yodo y vitamina C. El yodo es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroidea, que regula el metabolismo. La vitamina C colabora con la formación de colágeno, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones; posee, además, una gran acción antioxidante. Su aporte de fibra mejora el tránsito intestinal y le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol y al buen control de la glucemia en la persona que tiene diabetes. Ejerce un efecto saciante, un gran beneficio, si realiza una dieta para perder peso. Incorporala a tus días.
