Ahorrar tiempo: eso de ir al supermercado casi diario no es vida
- Ahorrar dinero: puedes ajustarte a un presupuesto y no caer en compras excesivas. Además, cocinar es mucho más económico que comer todos los días en la calle.
- Evitas desperdicios
- Eliminas el estrés de la pregunta ¿qué comemos hoy?
- Puedes ir adelantado comidas para hacerte el día a día más sencillo.
- Tomas el control de tu salud pues te haces responsable de la calidad y cantidad de los ingredientes, de los métodos de preparación y de la higiene.
- Verduras (mitad del plato)
- Una fuente de proteína magra (alimentos de origen animal o legumbres)
- Si decides comer cereales, que sean integrales y no ocupen más de 1/4 del plato
- Agua
- Ensaladas frescas con variedad de hojas verdes, germinados, verduras y frutas.
- Verduras cocidas
- Sopas. Ya sea una sopa de verduras o incluidas en sopas de pasta, sopa de lentejas o arroz.
- Salsas
- 1 día vegetariano
- 2-3 días pescado
- 1-2 días pollo
- 1 día carne roja
- En vez de tortilla de harina de trigo, prefiere las mexicanísimas y deliciosas tortillas de maíz.
- Consume tostadas horneadas en vez de fritas.
- Prefiere el arroz integral en vez de blanco.
- Pan y pasta integrales en vez de refinadas.
Prefiere métodos de cocción bajos en grasa como:
- Al horno
- Papillote o empapelado
- Al vapor
- Asado
- A la plancha
- A la parrilla
Incluye recetas con ingredientes en común. Para no cocinar el doble, puedes hacer arroz y comerlo un día en un caldo de pollo y otro en seco. O una salsa de tomate para usarla un día con una pasta y otra con un pescado.
Elige recetas sencillas de lunes a viernes y experimenta el fin de semana.