Tengo endometriosis, ¿puedo quedarme embarazada?
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El dolor y la infertilidad son los síntomas más habituales de la endometriosis, una enfermedad sin cura que afecta a entre el 15% y el 20% de las mujeres en edad fértil
Por MONTSE ARBOIX 12 de abril de 2012 Eroski-consumer
La endometriosis se caracteriza por la detección de tejido del endometrio (la mucosa que recubre el interior del útero) fuera de su localización habitual. La causa de su desarrollo, la relación entre la extensión de la enfermedad y la gravedad de los síntomas y sus efectos sobre la fertilidad son todavía desconocidos en su totalidad. Y no tiene cura. Los tratamientos alivian sobre todo el dolor, intentan retrasar las lesiones y preservan o reestablecen la función reproductiva. Muchas mujeres descubren que la padecen cuando intentan averiguar por qué no se quedan embarazadas. Aunque se estima que afecta a unos 14 millones de mujeres y niñas en la Unión Europea, y a 176 millones en todo el mundo, son pocos los estudios al respecto y escasa la evidencia científica que los sustente.
Una de las primeras cuestiones que se plantean las mujeres tras el diagnóstico de la enfermedad es si afectará a su fertilidad. Los datos señalan que la endometriosis es una de las tres causas de infertilidad femenina: entre un 30% y un 40% de las afectadas no son fértiles. A muchas se les diagnostica cuando se realizan pruebas para detectar por qué no se quedan embarazadas. Ante la infertilidad por endometriosis, se utilizan técnicas como la fertilización in vitro (FIV).
A pesar de que el uso de hormonas junto con la FIV es beneficioso, no dan el mismo resultado otras terapias hormonales. Así lo señala una reciente revisión realizada por la Biblioteca Cochrane, con la inclusión de 24 ensayos, que apunta que no hay pruebas del beneficio de la supresión de la ovulación para estas pacientes, si bien durante años se han utilizado esteroides sintéticos. El danazol es uno de ellos, usado para el abordaje del dolor y la infertilidad asociada. Según concluye la revisión, mejoraría el primer síntoma pero no la fertilidad, más bien al contrario, ya que la ovulación y los períodos se detienen durante el tratamiento.
La laparoscopia para extraer el tejido endometrial cuando la afección es leve o mínima también es eficaz para mejorar la fertilidad. Algunos estudios demuestran que la cirugía puede doblar la tasa de embarazo. Sin embargo, la probabilidad de éxito siempre va ligada al grado de la enfermedad.
Como sucede con otras enfermedades crónicas, los grupos y las asociaciones de ayuda y de pacientes expertos (que brindan a las afectadas la posibilidad de intercambiar sus vivencias y preocupaciones) contribuyen a sobrellevarla mejor. Es el caso de la Asociación de Afectadas de Endometriosis Cibernautas, ADAEC, una agrupación estatal con sede en Valencia, o de la Asociación Española de Endometriosis, que lucha por informar, sensibilizar y concienciar sobre la enfermedad a los ciudadanos y al personal sociosanitario.
Endometriosis, quién la padece
La endometriosis es más frecuente en mujeres de 25 a 44 años, pero también se ha detectado en adolescentes. Los datos apuntan que entre el 25% y el 50% de las pacientes con problemas de esterilidad la sufren y que es la causa de entre el 15% y el 87% de las consultas por dolor pélvico crónico. No obstante, las referencias son muy variables según los autores y las poblaciones estudiadas. En EE.UU. es la segunda causa de histerectomía.
Tanto baile de cifras se debe a dos razones: la dificultad de hacer un diagnóstico certero y las diferenciaciones de la población que se estudie. Se conoce que la edad de mayor prevalencia oscila entre la tercera y cuarta década. Algunos autores afirman que es más frecuente en mujeres asiáticas. El diagnóstico se realiza mediante laparoscopia (y biopsia) que, a menudo, coincide con una exploración para determinar el motivo por el cual una mujer no se queda embarazada.
A pesar de este escenario, esta enfermedad crónica -que no reviste peligro, aunque altera mucho la calidad de vida de la mujer- puede ser asintomática o desarrollar un abanico de malestares. El más habitual es el dolor pélvico, seguido de menstruación dolorosa o difícil (dismenorrea), relaciones sexuales dolorosas (dispareunia), el dolor pélvico no asociado al ciclo menstrual, micción difícil, dolorosa e incompleta (disuria) y estreñimiento.
Parece ser que la menarquia prematura, antes de los 11 años, y ciclos de menos de 27 días o superiores a 32 son factores de riesgo de sufrir la enfermedad. Por el contrario, un gran número de partos y un periodo largo de lactancia disminuyen el riesgo en mujeres multíparas, igual que sucede con la práctica de ejercicio regular.
Tratamiento para aliviar los síntomas de la endometriosis
El tratamiento de la endometriosis está dirigido a paliar los síntomas, intentar retrasar la expansión y preservar o reestablecer la función reproductiva. La guía publicada por el American College of Obstetricians and Gynecologists establece que el tratamiento durante un mínimo de tres meses con un agonista de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) es efectivo para aliviar el dolor. Sin embargo, cuando este síntoma requiere continuidad, hay que asociar otros medicamentos, ya que el uso de este fármaco provoca pérdida de la densidad mineral ósea y adelanta la menopausia.
Otros medicamentos utilizados son los derivados de testosterona y las píldoras anticonceptivas. Los métodos quirúrgicos menos invasivos y que no requieren hospitalización son la ablación por láser y la eliminación de tejido mediante vaporización con láser de CO2. La extracción de tejido endometrial de las áreas más extensas se realiza, con frecuencia, con cirugía por laparoscopia o con histerectomía en los casos más graves.
Vida saludable para prevenir la endometriosis
Algunas investigaciones señalan que seguir un estilo de vida saludable contribuiría a mejorar el día a día de las afectadas de endometriosis. Estudios preliminares sugieren que las mujeres que realizan ejercicio de dos a cuatro horas semanales tienen un riesgo disminuido de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, este beneficio está limitado en quienes realizan prácticas aeróbicas.
Seguir una dieta adecuada y equilibrada es la clave para la gestión de muchas enfermedades y para mejorar, en general, la calidad de vida. La investigación científica ha encontrado beneficio en una serie de consejos: las mujeres que beben más de 1,5 tazas de café al día tienen más probabilidades de sufrirla, aunque ningún estudio ha evidenciado que si se evita la cafeína mejoren los síntomas. Otra investigación publicada en American Journal of Obstetrics and Gynecology insinúa que la ingesta de aceite de pescado puede reducir su severidad y que mejora los síntomas de la dismenorrea (menstruación dolorosa), que puede ser causa de la endometriosis.
En un pequeño trabajo preliminar se detectó que la acupuntura auricular fue tan eficaz como la terapia hormonal en el tratamiento de la infertilidad asociada. Sin embargo, a pesar de que se dispone de algún informe que señala que la acupuntura puede ayudar a aliviar el dolor, no hay estudios controlados que así lo confirmen.