Fuente: DiarioEcologia.com.
Cambia tu dieta en verano, necesitas menos calorías, más frutas, verduras y pescado. Rico y refrescante.
El hemisferio sur está que arde, muchos no recuerdan haber tenido un verano tan caluroso como este. Quienes no tienen la suerte de estar refrescándose en la playa o de contar con aire acondicionado, tienen que sufrir en carne propia la cara más dura del verano.
Cambia tu dieta en verano, necesitas menos calorías, más frutas, verduras y pescado. Rico y refrescante.
El hemisferio sur está que arde, muchos no recuerdan haber tenido un verano tan caluroso como este. Quienes no tienen la suerte de estar refrescándose en la playa o de contar con aire acondicionado, tienen que sufrir en carne propia la cara más dura del verano.
Existen varias técnicas para capear el calor: no salir después de mediodía, tomar helados y líquidos, usar ropa ligera, ponerse bajo los árboles, poner la cabeza dentro de la nevera, utilizar ventiladores, abanicos, etc. Pero aunque los termómetros revienten, podemos mantener una temperatura agradable en nuestro cuerpo si nos alimentamos correctamente. El secreto está en llevar una dieta baja en calorías y con alimentos muy frescos, las calorías nos ayudan mucho para pasar el invierno, pero en verano no debes abusar de ellas pues el cuerpo no las necesita y además de subir de peso serás de los que más sufren con el calor.
Toma nota sobre estos alimentos y ¡cámbiate ya a la dieta del verano!
- Jugos de fruta para el desayuno: Delicioso e hidratante, saldrás de tu casa con toda la frescura de lo natural, e incluso con frío, ya que a esa hora el calor aun no se manifiesta. Puedes acompañarlo con tostadas y un yogurt descremado. Si no tienes fruta, un vaso de agua o un café con leche descremada y endulzante también te pueden salvar el día.
- Hortalizas de ensaladas: ¡Ñam! Con limoncito, sal y aceite de oliva tu almuerzo será un manjar y además estarás consumiendo agua, minerales, vitaminas, fotoquímicos y oxidantes. Los nutricionistas aconsejan acompañarlas con carnes blancas o legumbres frías y en bajas porciones.
- Pescados: Tienen mucho menos calorías que la carne y se puede comer frío mezclándolo con verduras y ensaladas. Atún, salmón, reineta, merluza y lenguado, además de ser un plato fresco y exquisito aportan Omega 3 y ayudan a bajar el colesterol.
- Mariscos: Siguiendo la misma línea del pescado, el marisco también es una muy buena solución para el almuerzo sano y refrescante. Remplaza los embutidos por mariscos y verás como el calor se hace más soportable. Acompáñalo con una copa de vino blanco bien frío y te sentirás en el cielo.
- Cereales: Puedes comerlos al desayuno, almuerzo y cena, en sus diferentes variedades ya sean hojuelas o como semillas tales como el sésamo y girasol. Recuerda que si fríes las semillas aumentan las calorías, algo que hay que evitar.
- Sándwich livianos: Olvídate del redondo y grueso pan blanco, este verano solo consumirás pan de molde, mejor si es integral. Olvida también los embutidos y las carnes fritas, un sándwich de palmito, tomate, porotos verdes, queso fresco y palta es mucho mejor.
- Fideos: Nunca son tan bienvenidos en las dietas pero sabemos que muchos somos fanáticos de las pastas y no las darían por ningún motivo. Entonces hay que cambiar la forma de cocinarlas: prefiérelas frías y acompañadas de vegetales, puedes comer fideos como ensalada, agrégale limón, aceite de oliva, nueces y pepinillos.
- ¡Frutas y vegetales!: Si tienes hambre prefiere los snacks de frutas y vegetales de estación, calmaran tu apetito y tu sed.